Semana Santa

Tradiciones genuinas en una fiesta universal

Es la gran solemnidad del calendario católico y en Muros cuenta con manifestaciones únicas, en particular el día de ‘A Palomiña’.

Algunos actos paralitúrgicos se remontan, en algunos casos, a los siglos XVII y XVIII.

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Semana Santa

Viernes de Dolores, con la procesión de la Dolorosa, que parte de la Iglesia Parroquial, acompañada por su cofradía y los fieles portando velas. Domingo de Ramos. Por la mañana, bendición de los ramos en el atrio de la capilla de San Roque antes de iniciar la procesión. Por la tarde, la ‘Procesión dos Caladiños’, un Via Crucis por las calles de la Villa. Jueves Santo. Misa Solemne de la Cena del Señor y procesión de la Santa Cena, una completa narración de los momentos de la Pasión desde la Cena hasta que Cristo carga con la cruz. Viernes Santo. Por la mañana, en la plaza del Concello, Sermón del Encuentro -Cristo, camino del Calvario, se encuentra a su Madre- con la participación de las imágenes del Nazareno, Virgen Dolorosa, San Juan y la Verónica. Por la tarde, celebración de la Pasión y Sermón de las Siete Palabras y el Desenclavo en la Iglesia Parroquial. A continuación, parte la procesión del Santo Entierro, con el Cristo Yacente, acompañado de la Virgen María, San Juan y María Magdalena. Domingo de Resurrección. A las once de la mañana, en la plaza del Concello, se vive el acto más singular de la Semana Santa de Muros. Todas las miradas se vuelven hacia un globo azul. Los discípulos Pedro y Juan llegan al Sepulcro, alertados por María Magdalena de que el cuerpo de Jesús ha desaparecido, tras ellos llega la Virgen María. En este momento, se abre el globo y de él surge un ángel que le retira el manto negro a María y proclama: ’¡No más luto, Reina Soberana, que ha resucitado vuestro Hijo. Aleluya, Aleluya, Aleluya!’. Suena la música, se liberan palomas y María aparece recubierta de un resplandeciente manto blanco. La imagen de Cristo Resucitado entra en la plaza y se acerca a su Madre mientras el ángel hace reverencias a ambos. Todos, en procesión, acuden a la Iglesia Parroquial a celebrar la Misa Solemne de Pascua.