
A finales de la Edad Media, la proximidad a Compostela y la riqueza pesquera hacen de Muros la tercera villa de la costa gallega. Las crónicas mencionan, en 1488, una población de 1.000 vecinos –lo que significa entre 4.000 y 5.000 habitantes-, más que destacado para la época. En los siglos siguientes hasta la invasión napoleónica, seguiremos encontrando algunas descripciones que ensalzan la importancia del puerto y de la flota. Muros atraviesa épocas duras: pestes, hambre y ataques navales salpican la vida de varias generaciones. Aunque su importancia irá decreciendo frente a otros puertos, Muros seguirá destacando como potencia pesquera con una población vinculada al mar. Además de la mayoría de pescadores, muchos muradanos viven del mar como tripulación de mercantes, rederos o tratantes de pescado.
Hoy en día la lonja de Muros nos permite seguir disfrutando de los sabores del mar. Aunque apenas llega ya la sardina son muchas las opciones para nuestro paladar.
El nuevo rey de la pesca es, sin duda, el 'xurelo' o jurel. Le siguen especies como el 'polbo' (pulpo) y la 'xarda' (caballa). Pero la riqueza es infinita: faneca, maragota, pinto, merluza, congrio, chopo, centolla, nécora, raya, navaja, almeja, berberecho, mejillón...
Asomado a él, una fachada marítima que conserva el trazado histórico con soportales, callejuelas y plazoletas.
Es una de las villas marineras mejor conservadas del litoral gallego. Cuando llegamos se nos muestra su fachada de galerías y soportales, antiguamente situados sobre la playa.
El Casco Histórico de Muros es Conjunto Histórico Artístico dede 1970.
Esta iglesia, cuyo interior recuerda la quilla de un barco invertida, es símbolo, en muchos detalles, de la espiritualidad de un pueblo ligado al mar.
Uno de los elementos más característicos de la iglesia es su pila del agua bendita, cuyo simbolismo la hace muy singular. En su interior se encuentra una serpiente, la representación del mal, que queda dominada por el agua bendita. Toda una alegoría del triunfo del bien sobre el mal.
La visita a la antigua Colegiata permite conocer en detalle sus diferentes elementos y simbolismo.
Incluye la subida a la torre y el acceso a tres salas, con la colección permanente de arte sacro. El visitante podrá contemplar valiosas piezas de orfebrería, ornamentos litúrgicos e imaginería. Destaca en su catálogo una imagen pétrea policromada de Santa Ana triple (s. XIV-XV), procedente de la primitiva iglesia parroquial.
Es todo un símbolo de la sociedad marinera y su religiosidad. Por una parte aparece vinculado desde sus primeras noticias a un hospital de 'lazerados' (leprosos), signo, por tanto de la caridad.
Por otra parte será centro de la devoción marinera; a Nuestra Señora del Camino se encomiendan los pescadores y navegantes, dando lugar a la constante entrega de exvotos, ofrenda en agradecimiento a un favor divino.
Se trata de una talla gótica de estilo toscano sin parangón en la Península, salvo una imagen similar que estuvo en la colegiata de Santa María del Campo de A Coruña y hoy ubicada en La Rábida, Huelva. No conservamos la cruz original y la figura ha sufrido modificaciones en la época barroca. La forma de expresar el dolor a través de los símbolos de la pasión, el rostro y el cuerpo, con cierta contención, remiten a la escuela toscana. No es, en todo caso, muy extraño en una población que mantenía contactos marítimos con Italia.
Característicos del santuario son también sus exvotos que agradecen la intercesión de la Virgen ante los peligros, desde una tempestad a un ataque pirata, como ocurre en sendos cuadros del siglo XVIII que ilustran y narran, en texto, los hechos. Llama la atención la maqueta conocida como Fragata del Tránsito, ofrecida probablemente en el siglo XIX y de la que no se conoce el motivo de la ofrenda.
La ría de Muros ya había visto la llegada de naves con peregrinos en el siglo XII, los cruzados –peregrinos armados- que en 1147 y 1189 visitaron Compostela para solicitar la mediación del apóstol antes de partir a Tierra Santa. A partir de 1361 se generalizan las peregrinaciones a Galicia desde los puertos británicos, con A Coruña como destino principal, recepción de la que también participaron los puertos episcopales de Noia y Muros, como indican los dos hospitales para pobres, enfermos y peregrinos fundados en Noia, y el que había en Muros, además del espital dos lazerados de Santa María do Camiño construido extramuros, en fecha indefinida del siglo XIV.
¿Se debe a la pura casualidad la existencia de un santuario con la Advocación Santa María do Camiño, edificación unida al lazareto al que acudían, entre otros, peregrinos enfermos que se dirigían a Santiago?
Una visita guiada por las calles y espacios que guardan la historia y la identidad de un pueblo ligado a la Ría.
Te mostramos el patrimonio material e inmaterial que han atesorado generaciones de muradanos y, sobre todo, te descubrimos los episodios históricos, los significados y las tradiciones que se esconden más allá de lo visible.
0. Punto de Encuentro. Inicio de la visita guiada.
1. Santa María del Campo. Antigua Colegiata, centro de recepción de visitantes, joya del gótico marinero. Espacio expositivo.
2. Restos de la antigua muralla medieval que rodeaba Muros.
3. Barrio de San José. Espiritualidad y solidaridad.
4. San Pedro, Centro de Visitantes. Espacio expositivo. Un acercamiento a la historia y las tradiciones de Muros.
5. Barrio y Capilla del Carmen. En honor a la patrona de los marineros.
6. Mercado. La reconversión de la venta ambulante de 'peixe' fresco.
7. Rúa da Xesta. El callejero medieval.
8. A vella. Homenaje a las mujeres del mar y Fin de la visita.
9. Os Remedios. Los 'cruceiros' acotando el paisaje.
10. Santuario da Virxe do Camiño. La tradición de los exvotos.
11. Vida en la arena. Playas de marisqueo.
12. Pozo do Cachón. Molino de mareas.
Disfruta de la naturaleza, patrimonio y sostenibilidad, en una visita guiada con un recorrido por las fuentes que atraviesan Muros de norte a sur, su historia, los usos tradicionales del agua en estas fuentes.